Descubre la Combinación Perfecta Bindaetteok de Gwangjang y Makgeolli Tradicional

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광장시장 빈대떡과 전통 막걸리 조합 - **Prompt:** "A vibrant, bustling street food scene inside Gwangjang Market, Seoul, captured from a s...

¡Hola, amantes de la cultura y la gastronomía! Si hay un lugar en Seúl que me ha robado el corazón y donde he vivido algunas de mis experiencias culinarias más auténticas, ese es, sin duda, el Mercado de Gwangjang.

Cada vez que pienso en sus callejones repletos de vida, el aroma inconfundible del Bindaetteok recién hecho y el murmullo de las conversaciones animadas, se me dibuja una sonrisa.

Para mí, no hay nada que resuma mejor la esencia de la comida callejera coreana que un buen trozo de esa tortita crujiente de frijol mungo, acompañada de un refrescante vaso de Makgeolli.

Es una combinación que trasciende el simple acto de comer; es sumergirse en la historia, la tradición y el alma de Corea. Y, sinceramente, después de probarlo, entendí por qué es un ritual tan querido por locales y viajeros.

Te aseguro que es una experiencia que tus papilas gustativas nunca olvidarán. A continuación, te cuento todos los secretos de este dúo dinámico y por qué deberías probarlo en tu próximo viaje a Corea.

¡Hola, amantes de la cultura y la gastronomía! Si hay un lugar en Seúl que me ha robado el corazón y donde he vivido algunas de mis experiencias culinarias más auténticas, ese es, sin duda, el Mercado de Gwangjang.

Cada vez que pienso en sus callejones repletos de vida, el aroma inconfundible del Bindaetteok recién hecho y el murmullo de las conversaciones animadas, se me dibuja una sonrisa.

Para mí, no hay nada que resuma mejor la esencia de la comida callejera coreana que un buen trozo de esa tortita crujiente de frijol mungo, acompañada de un refrescante vaso de Makgeolli.

Es una combinación que trasciende el simple acto de comer; es sumergirse en la historia, la tradición y el alma de Corea. Y, sinceramente, después de probarlo, entendí por qué es un ritual tan querido por locales y viajeros.

Te aseguro que es una experiencia que tus papilas gustativas nunca olvidarán. A continuación, te cuento todos los secretos de este dúo dinámico y por qué deberías probarlo en tu próximo viaje a Corea.

Un Viaje Sensorial al Corazón de Gwangjang

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El Mercado de Gwangjang no es solo un lugar; es una vibrante explosión de colores, sonidos y, sobre todo, sabores que te envuelve desde el primer paso. Con más de un siglo de historia, fue fundado en 1905, consolidándose como el mercado tradicional cubierto más antiguo de Corea del Sur. Recuerdo la primera vez que pisé sus pasillos, la energía era contagiosa. Puestos repletos de todo tipo de mercancías, desde textiles y ropa tradicional como el hanbok, hasta productos agrícolas y artesanías, se mezclan armoniosamente con el verdadero protagonista: la comida. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse y acelerarse al mismo tiempo, donde cada esquina guarda una sorpresa culinaria y cada interacción te hace sentir un poco más cerca del alma de Seúl. He visto a familias enteras disfrutando de un buen plato y a amigos compartiendo risas mientras degustan las delicias locales. La verdad, es un testimonio vivo de la resiliencia y la riqueza cultural de Corea.

El Bullicio y la Autenticidad

Lo que más me fascina de Gwangjang es su autenticidad. A diferencia de otros mercados que han sido renovados con un toque demasiado moderno, Gwangjang conserva esa esencia de lo tradicional, donde los vendedores, muchos de ellos con décadas de experiencia, preparan sus platillos con el mismo amor y dedicación de siempre. Es común escuchar el chisporroteo del aceite y el golpeteo de los cuchillos, mientras los aromas del kimchi, los fideos y, por supuesto, el bindaetteok, se mezclan en una sinfonía olfativa. Es un lugar que ha sido inmortalizado en programas de televisión y documentales como “Street Food: Asia” de Netflix, y cuando lo visitas, entiendes por qué. La gente aquí es increíblemente amable; incluso si no hablas coreano, siempre encontrarás una sonrisa o un gesto que te hará sentir bienvenido. Para mí, es el reflejo de la vida cotidiana en Seúl, un punto de encuentro donde locales y turistas se unen en torno a la buena mesa y las historias que se comparten.

Un Paseo por la Historia Culinaria

Gwangjang es más que un mercado de alimentos; es un museo viviente de la gastronomía coreana. Aquí, los platos no son solo comida, son una herencia. La historia del mercado, desde su establecimiento en 1905 para mantener la economía local a flote frente a influencias extranjeras, le da un peso cultural inmenso. Cada bocado te conecta con generaciones de cocineros y comensales. Recuerdo haber hablado con una ajumma (señora mayor) que llevaba más de cuarenta años vendiendo bindaetteok. Me contó cómo las recetas se han transmitido de madres a hijas, manteniendo la esencia de los sabores a lo largo del tiempo. Es esa conexión con el pasado, esa sensación de estar probando algo que ha alimentado a los coreanos durante décadas, lo que hace que la experiencia sea tan especial. No es solo comer; es una forma de honrar la tradición y sumergirse en la rica tapestry de la cultura culinaria coreana.

Bindaetteok: La Estrella Crujiente del Mercado

Si hay un plato que realmente representa el espíritu de Gwangjang, para mí es el Bindaetteok. Estas tortitas de frijol mungo, crujientes por fuera y tiernas por dentro, son una auténtica delicia que no puedes perderte. Se hacen con frijoles mungo molidos, brotes de frijol, kimchi, carne de cerdo y verduras, todo frito en aceite abundante hasta alcanzar un color dorado rojizo y una textura irresistible. ¡El sonido del aceite chisporroteando y el aroma que inunda los pasillos es una invitación que nadie puede rechazar! Una vez que pruebas uno, entiendes por qué es tan adictivo; es el equilibrio perfecto entre lo salado, lo umami y un toque ligeramente picante del kimchi. He probado muchos bindaetteok en diferentes lugares, pero los de Gwangjang tienen un toque especial. Quizás sea el ambiente, quizás la técnica de los vendedores, o simplemente la frescura de los ingredientes que muelen al momento. Lo que sí sé es que cada vez que estoy en el mercado, es una parada obligatoria.

El Secreto de su Irresistible Textura

El secreto del Bindaetteok del Mercado de Gwangjang reside en la preparación. No es solo una cuestión de ingredientes, sino de técnica y tradición. Los frijoles mungo se muelen frescos, a menudo en molinos de piedra que puedes ver en acción en los propios puestos. Esta molienda fresca le da una textura y un sabor a nuez únicos que no se consiguen con harinas preenvasadas. Luego, la mezcla se enriquece con una variedad de ingredientes, desde brotes de frijol hasta pedacitos de carne de cerdo y kimchi, lo que le otorga una profundidad de sabor increíble. Pero lo más importante es cómo se fríen. Se cocinan en sartenes grandes con una generosa cantidad de aceite, lo que les da esa capa exterior increíblemente crujiente y dorada, mientras que el interior permanece suave y jugoso. Es una combinación de texturas que personalmente me vuelve loco.

Mis Puestos Favoritos para Probarlo

Después de innumerables visitas, he desarrollado una preferencia por algunos puestos específicos. Hay uno, no voy a dar nombres exactos para que la experiencia de descubrir sea tuya, que siempre tiene una fila larguísima, y por algo será. Su bindaetteok es excepcionalmente crujiente y siempre lo sirven humeante, directamente de la sartén. He notado que, a veces, los mejores lugares son los que están un poco más escondidos, fuera de las avenidas principales del mercado. También me gusta observar cómo lo preparan: la habilidad con la que giran las tortitas y el sonido rítmico de la molienda de los frijoles es casi una forma de arte. Si te atreves, pide que te lo corten en trozos para compartir, aunque te aseguro que querrás uno entero para ti. El precio ronda los 5.000 KRW, una ganga para la calidad y la experiencia que recibes.

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Makgeolli: El Néctar Tradicional que Complementa

Ahora, hablemos del compañero perfecto para el Bindaetteok: el Makgeolli. Este vino de arroz tradicional coreano, de aspecto lechoso y con un bajo contenido de alcohol (generalmente entre 6% y 8%), es una bebida que me tiene fascinado. Es ligeramente dulce, con un toque ácido y a veces un punto efervescente que lo hace increíblemente refrescante. Tradicionalmente, era la bebida de los agricultores, conocida como “licor del agricultor” (nongju), por su capacidad para dar energía y refrescar después de un día de trabajo. Pero hoy en día, ha resurgido como una bebida popular entre todas las generaciones, y su presencia en Gwangjang es fundamental para una experiencia auténtica. He descubierto que no hay nada como un sorbo de makgeolli frío después de un bocado de bindaetteok para limpiar el paladar y prepararlo para el siguiente. La combinación es simplemente mágica, una danza de sabores que te transporta a lo más profundo de la cultura coreana.

Historia y Beneficios Inesperados

La historia del Makgeolli es tan rica como su sabor. Se dice que su origen se remonta a los tiempos del reino de Silla, donde ya se elaboraba un tipo de vino de arroz turbio. Es una bebida que ha acompañado al pueblo coreano a lo largo de los siglos, siendo parte integral de su gastronomía y celebraciones. Además de su delicioso sabor y su valor cultural, el makgeolli, especialmente el no pasteurizado, ofrece algunos beneficios interesantes. Es rico en fibra, vitaminas B y C, y lactobacilos, lo que lo convierte en un aliado para la digestión y el sistema inmunológico. Sí, ¡una bebida alcohólica con beneficios! Siempre me ha parecido algo curioso y genial a la vez. Obviamente, con moderación, como todo. Pero saber que estoy disfrutando de una bebida con tanta historia y que además puede ser buena para mi salud, lo hace aún más especial.

Variedades y Cómo Disfrutarlo

Lo interesante del makgeolli es que, aunque la versión tradicional es la más popular, existen muchas variantes con sabores diferentes hoy en día, como banana, castañas, o incluso durazno, con niveles de alcohol más suaves. Pero si me preguntas, el tradicional es el que mejor combina con la comida de Gwangjang. Se sirve frío, a menudo en cuencos de cerámica que le dan un toque rústico y auténtico. He aprendido que la mejor forma de tomarlo es agitándolo suavemente antes de servir, para mezclar los sedimentos que se asientan en el fondo y disfrutar de toda su cremosidad. En el mercado, lo verás en botellas de plástico, listo para ser vertido. Hay incluso un puesto, Hosunseng, famoso por tener una de las mayores colecciones de makgeolli en Seúl. ¡Imagínate la cantidad de opciones para probar!

Más Allá del Dúo Dinámico: Delicias Escondidas

Aunque el Bindaetteok y el Makgeolli son las estrellas indiscutibles de Gwangjang, el mercado es un tesoro de delicias culinarias que vale la pena explorar. Cada vez que voy, me propongo probar algo nuevo, y nunca me decepciona. Es como un laberinto de sabores, donde cada giro te presenta una nueva tentación. Desde platos icónicos hasta joyas menos conocidas, hay algo para todos los gustos. Por ejemplo, el Mayak Gimbap, pequeños rollos de arroz adictivos, son otro de mis favoritos. Su nombre significa “gimbap de drogas” por lo increíblemente adictivos que son. Con su salsa de mostaza picante, son un bocado perfecto para picar mientras paseas. También me encanta el Kalguksu, fideos cortados a cuchillo servidos en un caldo caliente y reconfortante. El puesto de Gohyang Kalguksu, famoso por aparecer en “Street Food”, es legendario y siempre tiene gente esperando. He probado sus fideos y su kimchi, y son una maravilla, una experiencia cálida y casera.

Un Festín de Sabores y Texturas

La variedad de comida en Gwangjang es asombrosa. Puedes encontrar desde Tteokbokki picante, esas tortitas de arroz bañadas en salsa gochujang, hasta Mandu (dumplings coreanos) rellenos de carne o kimchi, que puedes pedir fritos, al vapor o en sopa. Recuerdo una vez que probé el Sundae, una especie de morcilla coreana hecha con fideos celofán y sangre de cerdo, que, aunque suene un poco exótico, tiene un sabor increíblemente sabroso y una textura masticable que me sorprendió gratamente. Y ni hablar de los puestos de pescado crudo rebanado, tan frescos que parecen recién sacados del mar. Para los que tienen un diente dulce, hay Hotteok (tortitas dulces rellenas) y Kkwabaegi (donuts retorcidos coreanos) que son una delicia. Realmente, no hay límites a lo que puedes encontrar aquí. Mi consejo es ir con el estómago vacío y la mente abierta para probar de todo.

Consejos para una Experiencia Completa

Para disfrutar plenamente de todas estas delicias, te recomiendo llevar efectivo, ya que muchos vendedores no aceptan tarjetas. También, intenta ir entre semana por la mañana si quieres evitar las multitudes más grandes, aunque la verdad, parte del encanto es el bullicio. No te olvides de probar el kimchi que ofrecen en muchos puestos; a menudo es casero y es el complemento perfecto para cualquier plato. Personalmente, me encanta pasear sin rumbo fijo, dejando que los aromas y las vistas me guíen. Es la mejor manera de descubrir esos pequeños tesoros culinarios que quizás no aparecen en ninguna guía. Y no tengas miedo de preguntar o señalar lo que te apetece; la gente, aunque a veces no hable mucho inglés, siempre intentará ayudarte.

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La Inmersión Cultural y el Ambiente Inolvidable

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Visitar el Mercado de Gwangjang es mucho más que una simple excursión gastronómica; es una auténtica inmersión en la cultura coreana. Desde el momento en que cruzas sus entradas, te sientes transportado a un mundo donde las tradiciones centenarias conviven con la vibrante energía de la vida moderna. El ambiente es simplemente incomparable: el bullicio de la gente, las risas de los comensales, el aroma de la comida recién preparada que flota en el aire, y la vista de los vendedores preparando sus platillos con una destreza fascinante. Es un lugar donde la comunidad se une, donde las familias se reúnen para compartir comidas y los amigos disfrutan de conversaciones animadas. Esta atmósfera de calidez y autenticidad es lo que hace que cada visita sea una experiencia memorable y profundamente enriquecedora.

Un Vistazo a la Vida Cotidiana Coreana

Para mí, Gwangjang es un espejo de la vida cotidiana en Corea. Aquí, puedes observar a la gente local haciendo sus compras, regateando precios, o simplemente disfrutando de una comida rápida. Es una oportunidad única para ver cómo interactúan, cómo se relacionan con la comida y cómo el mercado sigue siendo un pilar fundamental en su día a día. Es un microcosmos de la sociedad coreana, lleno de historias y personajes. He pasado horas simplemente observando, y cada vez descubro un nuevo detalle, una nueva expresión, una nueva forma de entender la cultura. No es un lugar para turistas exclusivamente, es un lugar para todos, y esa es parte de su magia. Los esfuerzos del Gobierno Metropolitano de Seúl para apoyar mercados tradicionales como Gwangjang, a través de mejoras en la infraestructura y la promoción cultural, demuestran la importancia que se le da a preservar esta joya.

Consejos para Sumergirte Totalmente

Para disfrutar al máximo de esta inmersión cultural, te aconsejo que te tomes tu tiempo. No vayas con prisa. Permítete perderte un poco entre sus callejones, observar los detalles, y dejarte llevar por la corriente de gente. Prueba un poco de todo, incluso si no sabes exactamente qué es; esa es la aventura. Habla con los vendedores si puedes, aunque sea con señas. Ellos son los verdaderos guardianes de la tradición del mercado y tienen historias fascinantes que contar. También puedes explorar las tiendas que venden productos frescos, artesanías y textiles; son una parte importante del mercado y te darán una visión más completa de lo que Gwangjang ofrece. Es una experiencia multisensorial que te dejará recuerdos duraderos y una comprensión más profunda de la vibrante cultura coreana.

Organiza Tu Visita: Cómo Llegar y Consejos Prácticos

Llegar al Mercado de Gwangjang es bastante sencillo, lo cual es una gran ventaja si estás de visita en Seúl. Se encuentra en el corazón de la ciudad, haciéndolo muy accesible en transporte público. Personalmente, siempre prefiero el metro porque es eficiente y te deja a pocos pasos de la entrada principal, lo que minimiza el tiempo de caminata. Es una de esas atracciones que, por su ubicación céntrica, se pueden combinar fácilmente con otras visitas en el mismo día, como el cercano arroyo Cheonggyecheon. Recuerdo la primera vez que fui, me sorprendió lo fácil que fue ubicarme, incluso con la inmensidad del mercado. La señalización, aunque no siempre está en muchos idiomas, es bastante intuitiva una vez que te familiarizas con los puntos de referencia.

Rutas de Acceso y Horarios

La forma más conveniente de llegar es en metro. Puedes tomar la Línea 1 hasta la Estación Jongno 5-ga y utilizar la Salida 8 o 9, que te dejarán prácticamente en la puerta del mercado. Otra opción es la Estación Euljiro 4-ga, a la que llegan las Líneas 2 y 5, y desde allí es una caminata de unos 5 minutos. Te recomiendo verificar qué salida te conviene más dependiendo de si buscas la entrada principal de comida o las zonas textiles. En cuanto a los horarios, la mayoría de los puestos de comida suelen abrir desde las 8:30 o 9:00 AM y permanecen activos hasta las 11:00 PM todos los días. Sin embargo, las tiendas de artículos no alimentarios pueden cerrar un poco antes, generalmente alrededor de las 6:00 PM, y algunas cierran los domingos, aunque la zona de comida sigue abierta.

Tabla de Precios Aproximados y Recomendaciones

Para que te hagas una idea de cuánto presupuesto necesitarías para disfrutar de las delicias de Gwangjang, he preparado una pequeña tabla con los precios aproximados de algunos de los platos más populares. Ten en cuenta que estos precios pueden variar ligeramente entre puestos y con el tiempo, pero te darán una buena referencia. Personalmente, sugiero destinar entre 10 y 20 dólares por persona si quieres probar una buena variedad de platos y bebidas, lo cual considero un presupuesto muy razonable para una experiencia culinaria tan rica. No olvides que la mayoría de los puestos prefieren efectivo, así que es buena idea llevar unos cuantos wones contigo.

Plato Precio Aproximado (KRW) Descripción
Bindaetteok (Tortita de Frijol Mungo) 5,000 – 7,000 Crujiente por fuera, suave por dentro. Ideal con Makgeolli.
Makgeolli (Vino de Arroz) 3,000 – 5,000 por botella pequeña Bebida tradicional coreana, ligeramente dulce y efervescente.
Mayak Gimbap (Mini Rolls Adictivos) 3,000 – 5,000 Pequeños rollos de arroz con salsa de mostaza.
Kalguksu (Sopa de Fideos) 6,000 – 8,000 Fideos hechos a mano en caldo caliente.
Tteokbokki (Pasteles de Arroz Picantes) 4,000 – 6,000 Pasteles de arroz en salsa dulce y picante.
Mandu (Dumplings Coreanos) 5,000 – 7,000 Rellenos de carne o kimchi, servidos al vapor o fritos.
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La Experiencia Completa: Más Allá de la Comida

Visitar Gwangjang no es solo para saciar el apetito; es una experiencia que alimenta el alma y te deja recuerdos imborrables. La primera vez que fui, me enfoqué en la comida, como era de esperar. Pero con cada visita, he aprendido a apreciar los otros aspectos que hacen de este mercado un lugar tan especial. Es la sinergia de todo lo que sucede allí lo que crea una atmósfera única, una burbuja en el tiempo dentro de la bulliciosa metrópolis de Seúl. Es sentir la historia bajo tus pies mientras caminas por pasillos que han visto pasar generaciones, es escuchar el dialecto local mezclado con idiomas de todo el mundo, y es ser testigo de la pasión y el esfuerzo de los comerciantes que mantienen viva esta tradición. Para mí, es un recordatorio de que la verdadera esencia de un lugar se encuentra en sus mercados, en su gente y en su comida.

Un Baile de Cultura y Tradición

Imagínate esto: el aroma del bindaetteok fresco mezclándose con el dulce olor de los hotteok, el murmullo de las conversaciones, el tintineo de los cuencos de makgeolli, y la vista de los kimchis caseros apilados en montones coloridos. Es un verdadero festín para los cinco sentidos. Este mercado es un reflejo de la resiliencia coreana, un lugar que ha evolucionado desde 1905, adaptándose y manteniendo su relevancia a lo largo de los años. Aquí, no solo comes; aprendes, observas y sientes. He visto a turistas tan cautivados como yo, con cámaras en mano, intentando capturar cada detalle de esta escena tan vibrante. Es un lugar que te invita a dejarte llevar, a probar cosas nuevas y a sumergirte por completo en la riqueza de la cultura coreana. Es, sin duda, una de esas paradas obligatorias que siempre recomiendo a mis amigos y seguidores.

Creando Memorias Inolvidables

Las experiencias que he vivido en Gwangjang son algunas de mis favoritas de todos mis viajes a Corea. Desde compartir un plato de bindaetteok y una botella de makgeolli con nuevos amigos, hasta la simple alegría de encontrar un puesto que vende un dulce tradicional que me recuerda a mi infancia. Es un lugar donde se forjan recuerdos. Te animo de corazón a que, en tu próxima aventura por Seúl, le dediques unas cuantas horas a este mercado. No solo te irás con el estómago lleno de delicias, sino también con el corazón contento y la mente repleta de historias y momentos especiales. No hay nada como sentarse en uno de esos pequeños bancos, rodeado de gente, y simplemente disfrutar del momento, saboreando cada bocado y cada sorbo. Es una experiencia que te conecta, te nutre y te deja queriendo volver una y otra vez.

글을 마치며

Y así, queridos exploradores culinarios, llegamos al final de este viaje por el fascinante Mercado de Gwangjang. Cada visita es una nueva aventura, un reencuentro con la autenticidad coreana que tanto amo y que, sinceramente, me ha robado el corazón una y otra vez. Si hay algo que deseo transmitirte con estas palabras, es que te animes a vivirlo en carne propia. No es solo comida; es una inmersión cultural que te dejará el corazón contento y el estómago aún más. ¡Te prometo que será una de esas experiencias que recordarás con cariño por siempre!

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알아두면 쓸모 있는 정보

1. Lleva efectivo y billetes pequeños: Aunque algunos puestos aceptan tarjeta, la mayoría opera con dinero en efectivo (wones coreanos). Facilita las transacciones y la experiencia, ¡y te sentirás más como un local!

2. Verifica los horarios específicos: Los puestos de comida suelen abrir temprano y cerrar tarde (hasta las 23:00 h), pero las tiendas de otros artículos (ropa, textiles) cierran antes, alrededor de las 18:00 h, y algunos domingos pueden estar cerradas. Planifica tu visita según lo que más te interese.

3. Acceso en metro es clave: La forma más sencilla y rápida de llegar es en la Línea 1 del metro hasta la Estación Jongno 5-ga (salidas 8 o 9), o Líneas 2 y 5 hasta la Estación Euljiro 4-ga (a unos 5 minutos a pie). ¡Súper conectado!

4. Explora más allá de lo evidente: Si bien el Bindaetteok y el Makgeolli son imperdibles, atrévete a probar el Mayak Gimbap, el reconfortante Kalguksu o los picantes Tteokbokki. Hay un mundo de sabores esperándote, ¡y cada uno es una historia!

5. Mejor hora para visitar: Si prefieres evitar las multitudes más densas, te sugiero ir un día de semana por la mañana. Sin embargo, no te niegues la experiencia del bullicio nocturno; es parte de la magia y la energía del mercado. ¡Prepárate para sumergirte en la vida coreana!

중요 사항 정리

En resumen, mi gente bonita, el Mercado de Gwangjang es mucho más que un simple destino culinario; es un torbellino de historia, sabor y cultura que te envuelve y te deja queriendo más. La combinación del crujiente Bindaetteok con el refrescante Makgeolli es solo la punta del iceberg de todo lo que este lugar tiene para ofrecer. Te invito a que te dejes llevar, a que pruebes, sientas y vivas cada rincón de este mercado legendario. Es una oportunidad de oro para conectar con el alma de Seúl y llevarte contigo recuerdos que perdurarán mucho tiempo después de que el último bocado haya sido saboreado. ¡No te lo puedes perder!

Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖

P: ¿Qué es exactamente el Bindaetteok y qué lo hace tan especial en el Mercado de Gwangjang?

R: ¡Ay, el Bindaetteok! Si nunca lo has probado, te estás perdiendo una maravilla culinaria. Imagina una tortita salada, crujiente por fuera y tierna por dentro, hecha a base de frijoles mungo molidos.
Se mezcla con verduras como brotes de frijol mungo, cebolleta, kimchi o pimientos, y a veces un poquito de carne de cerdo, y luego se fríe en aceite hasta que queda perfectamente dorado.
Lo que lo hace tan especial en Gwangjang es la tradición. Este mercado, uno de los más antiguos de Corea, lleva haciendo Bindaetteok desde 1905, y la receta ha pasado de generación en generación.
No es solo la tortita en sí, sino el ambiente, el sonido de las sartenes chisporroteando y el aroma que inunda el aire lo que lo convierte en una experiencia inigualable.
De verdad, cuando lo pruebas allí, sientes que estás comiendo un pedazo de historia. Algunos puestos incluso han aparecido en documentales como “Street Food” de Netflix, lo que demuestra su autenticidad y popularidad.
La mía es la de siempre: bien caliente, crujiente, y con ese sabor profundo que solo los años de experiencia de las ajummas (señoras mayores) pueden lograr.

P: ¿Cuál es el secreto de la combinación perfecta entre Bindaetteok y Makgeolli?

R: ¡Ah, la pareja perfecta! El Bindaetteok y el Makgeolli son como el pan y el tomate, ¡nacieron para estar juntos! El Makgeolli es un vino de arroz tradicional coreano, de color blanquecino y ligeramente lechoso, con un sabor complejo que va desde lo dulce hasta lo ácido, incluso un poco amargo y astringente.
Su contenido alcohólico es bajo, generalmente entre el 6.5% y el 7%, aunque hay versiones del 4% al 8%. Cuando lo bebes frío, y te recomiendo que lo agites un poco antes para mezclar los sedimentos que le dan esa textura cremosa, es increíblemente refrescante.
Ahora, ¿por qué es el compañero ideal del Bindaetteok? La untuosidad y el sabor rico y un poco graso de la tortita se equilibran a la perfección con la acidez y el toque burbujeante del Makgeolli.
Es como una danza en tu boca: el Bindaetteok llena tu paladar con su sabor intenso, y el Makgeolli lo limpia, dejándote listo para el siguiente bocado.
Yo lo he experimentado muchas veces; después de un buen trozo de Bindaetteok, un sorbo de Makgeolli es justo lo que necesitas para que la experiencia sea completa y no te sature.
¡Te juro que es adictivo!

P: Además de su famosa gastronomía, ¿qué otras experiencias ofrece el Mercado de Gwangjang a los visitantes?

R: Aunque la comida es, sin duda, la estrella, el Mercado de Gwangjang es un universo de experiencias que van mucho más allá de las delicias culinarias. Es un mercado tradicional con más de un siglo de historia, fundado en 1905, y pasear por sus pasillos es como hacer un viaje en el tiempo.
Aquí no solo encontrarás puestos de comida; el mercado es famoso por su enorme sección de textiles y ropa tradicional coreana, como los preciosos hanboks, así como ropa de cama de alta calidad y a buenos precios.
Si buscas un souvenir único y auténtico, este es el lugar. También puedes encontrar artesanías, productos agrícolas frescos y artículos para el hogar.
La atmósfera vibrante, el bullicio de los vendedores amigables y la oportunidad de observar la vida cotidiana coreana te envuelven. Es un lugar donde la historia, la cultura y el comercio se entrelazan de una manera muy especial.
Y si te animas, hay tours gastronómicos que no solo te guían por los mejores puestos, sino que también te cuentan la historia y las anécdotas del mercado, e incluso te enseñan juegos de bebida coreanos.
Es una inmersión cultural que te aseguro que recordaré con mucho cariño cada vez que pienso en Seúl. ¡Es un lugar que hay que vivir con los cinco sentidos!

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